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¿Existe una conexión entre la salud del intestino y una vida más prolongada?

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Últimamente, las investigaciones que exploran las conexiones entre la salud del intestino y diversos aspectos del bienestar han estado aumentado muy rápidamente. Algunos de los últimos datos indican que nuestra flora intestinal (las bacterias y organismos que viven dentro de nuestro tracto digestivo) tiene una profunda influencia sobre nuestra salud. Las conexiones entre la flora intestinal y la salud mental, las patologías autoinmunes, el cáncer, las cardiopatías, la diabetes y otras enfermedades están saliendo a la luz.

Basados en la cantidad de investigaciones y en su solidez, cabe hacer la pregunta: ¿existe una conexión entre la salud del intestino y una vida más prolongada?

Definición del proceso de envejecimiento

El envejecimiento suele caracterizarse por una pérdida progresiva del funcionamiento, que termina en la muerte. A medida que las personas envejecen, suelen volverse más susceptibles a problemas de salud, incluyendo cardiopatías, cáncer, diabetes y demencia. 

En términos más sencillos, el envejecimiento podría considerarse como la lenta acumulación de daño a las células. Las teorías señalan que este deterioro puede acumularse debido a la acción de los radicales libres, que dañan directamente el ADN, la mitocondria y otras estructuras celulares.

Si bien, en general, el uso directo de suplementos con vitaminas antioxidantes no ha mostrado beneficios para prolongar el ciclo vital, se sabe bien que la dieta Mediterránea, rica en antioxidantes, reduce el riesgo de padecer enfermedades y la mortalidad, contribuyendo así a tener una vida más prolongada y saludable. De hecho, un reciente análisis incluso señala que la evidencia más sólida respecto a las técnicas que prolongan el ciclo vital, además de la restricción calórica, corresponde a los agentes que mantienen el azúcar en la sangre a un nivel bajo e incluyen antioxidantes. Desde luego, la restricción calórica, los niveles de azúcar en la sangre y los antioxidantes están todos directamente interconectados con los alimentos y la digestión.

Flora intestinal y longevidad

Las investigaciones más directas acerca de la flora intestinal y el envejecimiento también han estado mostrando conexiones. A medida que envejecemos, hay una pérdida generalizada de bacterias beneficiosas a lo largo del tracto digestivo. Estos cambios pueden ser causados por la dieta, los medicamentos (antibióticos), la falta de ejercicio, la calidad del sueño, los problemas de salud mental y otros factores.

Intestino poroso

A medida que envejecemos y perdemos nuestras bacterias beneficiosas, estas son reemplazadas por otros microorganismos menos beneficiosos. Estas bacterias patógenas pueden dañar el revestimiento del tracto digestivo. Este daño puede deteriorar la integridad de las estrechas uniones entre las células intestinales, a lo que comúnmente se le denomina "intestino poroso". Este proceso regula al alza las respuestas inmunitarias, produciendo un exceso de inflamación. A su vez, la inflamación causa más daño general a lo largo del cuerpo que se acumula lentamente a medida que envejecemos.

Desgaste muscular y fragilidad

Al parecer, los cambios en la flora intestinal también desempeñan un rol en la atrofia muscular asociada con la debilidad y fragilidad en la vejez. Los estudios han encontrado diferencias entre la flora intestinal de personas frágiles y los sujetos de control no frágiles. Más interesante aún, es el hecho de que los estudios realizados en ratones han mostrado que los suplementos probióticos pueden revertir algunos aspectos del desgaste muscular y la pérdida muscular en la vejez.

Azúcar en la sangre

La flora intestinal también está íntimamente relacionada con la regulación del nivel de azúcar en la sangre, por lo que la pérdida de bacterias beneficiosas puede generar problemas de diabetes y en el control del nivel de azúcar en la sangre. Mantener el nivel de azúcar en la sangre bien controlado, como se indicó anteriormente, probablemente es un factor clave para prolongar el ciclo vital. Los estudios incluso han explorado el trasplante de flora intestinal saludable de un donante a pacientes que tienen dificultad con la obesidad y el síndrome metabólico (que incluye problemas de glucemia).

En algunos estudios, luego del consumo oral de flora intestinal de un donante, se observó una mejora en la resistencia a la insulina, aunque no todos los estudios han mostrado eficacia. Por tanto, es probable que exista una compleja interrelación entre la flora intestinal existente de una persona y la flora intestinal del donante, lo que puede afectar los resultados.

Inflamación y patologías autoinmunes

Se sabe bien que la inflamación crónica produce o empeora muchas enfermedades. Y dado que el 70 % del sistema inmunitario está presente en el tracto gastrointestinal, no debería sorprender que la flora intestinal afecte los niveles de inflamación.

La evidencia indica una conexión entre la flora intestinal y las varias patologías autoinmunes inflamatorias, entre las que están la artritis reumatoide, la enfermedad intestinal inflamatoria, la espondilitis anquilosante y otras. La inflamación crónica probablemente es una de las maneras en que la flora intestinal contribuye al envejecimiento, y se ha demostrado que intentar reponer la flora intestinal saludable con probióticos es beneficioso para muchas patologías autoinmunes.

Demencia y patologías neurodegenerativas

Asimismo, existen grandes preocupaciones con respecto a la flora intestinal y las patologías neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. La flora intestinal patógena puede contribuir a la inflamación en todo el cuerpo, incluso en el cerebro.

Además, la flora intestinal puede tener un impacto sobre el factor neurotrófico derivado del cerebro, un factor de crecimiento de las neuronas que se ha demostrado que disminuye con la enfermedad de Alzheimer. Cabe señalar que los ensayos directos con diversos probióticos y kéfir, un producto lácteo fermentado, han mostrado que estos mejoran el desempeño cognitivo en las personas ancianas con declive cognitivo y demencia.

Factores nutricionales, salud del intestino y longevidad

Al parecer, una serie de componentes nutricionales también desempeñan un papel en el envejecimiento saludable y el ciclo vital prolongado. Estos factores nutricionales, al menos de forma parcial, podrían brindar algunos de sus beneficios mediante las interacciones con el tracto digestivo y tener un impacto sobre la salud del intestino. Al parecer, los ácidos grasos esenciales omega 3, los carotenoides, el magnesio, el zinc y la fibra desempeñan un papel importante.

Omega 3

Por lo general, se considera que losácidos grasos omega 3 brindan beneficios a través de las vías antiinflamatorias. Sin embargo, también se ha demostrado que los ácidos grasos omega 3 mejoran la flora intestinal. El uso de suplementos con omega 3 aumenta la cantidad de bacterias productoras de butirato, que desempeñan un papel fundamental para reducir la inflamación gastrointestinal.

Mediante sus efectos combinados, el omega 3 parece mejorar la salud y reducir el riesgo de mortalidad. Un análisis reciente de las investigaciones acerca del omega 3 indica que por cada incremento de 300 miligramos (0.3 gramos) en la ingesta diaria de omega 3, usted reduce en 6 % su riesgo de muerte por cualquier causa.

Carotenoides

Los carotenoides son compuestos que se encuentran en vegetales que tienen potentes efectos antioxidantes. Entre los carotenoides más comunes en la dieta están el alfa y beta caroteno, la luteína, zeaxantina, el licopeno y la betacriptoxantina.

Hay pocos estudios acerca de los efectos de los carotenoides sobre la microbiota, pero aquellos que se han realizado en animales dejan ver efectos beneficiosos al usar suplementos con carotenoides. Resulta interesante que los mayores niveles en la sangre también estén asociados con un menor riesgo de muerte por cualquier causa. Un estudio en Estados Unidos descubrió que aquellos con mayores niveles de carotenoides en la sangre fueron 38 % menos propensos a fallecer por cualquier causa. Sin embargo, es necesario tener cuidado, ya que de hecho se ha demostrado que el uso de suplementos con beta-caroteno sintético incrementa el riesgo de desarrollar cáncer pulmonar en fumadores.

Magnesio

El magnesio posiblemente es otro mineral fundamental para la longevidad que desempeña un papel en la salud del intestino. El mineral es necesario para más de 300 reacciones enzimáticas y posee efectos antiinflamatorios. Al parecer, el magnesio también modula la flora intestinal. Las investigaciones también han descubierto que las deficiencias de magnesio pueden producir cambios potencialmente patológicos en la flora intestinal.

Esto probablemente explica, al menos en parte, por qué algunas de las investigaciones más recientes indican que el magnesio reduce el riesgo de mortalidad. Por cada 100 mg adicionales de magnesio consumido, el riesgo de una persona de fallecer por cualquier causa parece reducirse en 10 %.

Zinc

El zinc es otro nutriente esencial que desempeña un papel en la función inmunitaria y la salud del intestino con efectos sobre la longevidad. Se ha demostrado que el uso de suplementos con zinc ayuda a mejorar o preservar el revestimiento gastrointestinal. Es fundamental para asegurarse de que la persona que padece de intestino poroso reciba una cantidad adecuada del mineral.

También se ha demostrado que la relación entre cobre y zinc, en gran parte por los menores niveles de zinc a medida que las personas envejecen, revela el índice de mortalidad. Si bien es importante no verse expuesto a una cantidad excesiva de cobre, también se ha demostrado que mantener una ingesta adecuada de zinc es clave para alcanzar los beneficios de longevidad.

Fibra

Por último, y probablemente de forma más directa, la fibra desempeña un papel fundamental en la salud gastrointestinal y también muestra efectos sobre el ciclo vital. Se sabe bien que la fibra fomenta la diversidad microbiana saludable en el tracto gastrointestinal al actuar como una fuente alimenticia para las bacterias beneficiosas.

Tener diversos niveles de bacterias beneficiosas es fundamental para la salud del intestino. La fibra también es un tratamiento común para el síndrome de colon irritable. En lo que respecta al ciclo vital, un análisis de las investigaciones descubrió que por cada incremento de 10 gramos de fibra por día, el riesgo de muerte por cualquier causa se reducía en 10 %.

Conclusión

Existe evidencia sólida de que varios factores básicos están asociados con una vida larga y saludable. Entre estos están la dieta, el ejercicio, las interacciones sociales, la genética y los niveles de estrés. Y más recientemente, también se han evidenciado importantes contribuciones para la salud de nuestro intestino.

Nutrientes y probióticos específicos podrían desempeñar un papel en la mejora de la salud del intestino y tener un impacto sobre la longevidad. Cuando se trata de tener una vida larga y saludable, tiene sentido considerar todos estos factores importantes.

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